Y llego el día de probar la espeleología, siempre tuve mis reparos en eso de meterme bajo tierra; la oscuridad, los murciélagos, las estrecheces y el factor de lo desconocido se juntaban en mi cabeza creando una película de terror. Pero hay algo más fuerte que nace del interior humano y es el entusiasmo por descubrir y disfrutar de todo lo que la naturaleza nos ha regalado.
.
La Cueva del Muerto es una de las cueva más importantes de la provincia de Zaragoza y también la más bellamente concrecionada.
.
La entrada es una rampa con el techo muy bajo que acaba en un pozo de 9 metros donde se desciende rapelando, era mi primer rapel con el Stop pero enseguida veo que la técnica es como la de escalada, así que desciendo sin problemas, esperándome abajo Ponzi.
Las estrecheces no se hacen esperar, llega el conocido paso de los Guardia civiles, una sucesión de tres pasos, dos de ellos muy estrechos, toca arrastrarse, hacer contorsionismo y empezar a sudar de lo lindo. Por un momento me da un poco de claustrofobia pero todo está en la mente, así que respiro hondo y me digo que voy con gente experta, que si me doy la vuelta me arrepentiré.
Estos pasos siempre se alternan con grandes salas por lo que la sensación de agobio para un novato pronto se ve recompensada.
Según transcurre la cueva, van apareciendo sus diferentes formaciones, estalactitas, columnas, banderas, excéntricas, gateras, salas gigantescas, rincones super bonitos, trepadas, murciélagos (gracias a dios dormidos).
.
Tuve como maestro a Miguel Angel compañero del Club Montaña Pirineos un gran experto en cuevas que hizo que entendiera ese «caos» de formaciones, a la vez de transmitirme tranquilidad y seguridad.
Otro momento especial de la cueva fue poder poner mi granito de arena en la limpieza y rehabilitación de la cueva. Es increíble que llegue el vandalismo aquí, – rompiendo las formaciones y haciendo pintadas- que falta de respeto a años de historia.
El tiempo dentro de una cueva pasa sin darse cuenta y con eso de que iba la novata y la limpieza echamos 6 horas.
.
Recogemos todo y damos la vuelta, toca volver a recorrer los mismos pasos pero en ocasiones es difícil encontrar la salida llegando a tener un par de despistes que se solucionaron sin problemas gracias a que íbamos con dos grandes conocedores de la cueva.
Ya tengo nuevo entretenimiento para cuando haga mal tiempo en la montaña.